Justamente, el día que yo nací, corría el año 1988 y era una fría tarde de sabado. Fui un regalo navideño ligeramente anticipado y una prolongación confirmada de la inmortalidad de mis ancestros. Crecí en el estado de Guanajuato y fue allá donde dí mis primeros pasos, donde dije mis primeras palabras y donde aprendí las bases de mis conocimientos. Vivo al sur de la Ciudad de México, encima de las entrañas de la tierra que una vez fueron expulsadas por la boca del Xitle. Tomé la resolución de estudiar economía para aprender la mecánica de la administración de un país y de los recursos escasos, aprendí acerca de ello y de otros muy variados menesteres. Animado por ésta e intrigado por los números emprendí mi recorrido por el estudio de las matemáticas para descubrir los misterios que detrás de los patrones numéricos se esconden y a la fecha sigo aprendiendo mucho de ello. Primero estudié donde los mejores profesores son para los mejores estudiantes y ahora lo hago donde la raza habla por el espíritu. Muy por mi gusto y so pena del oprobio, escribiré acerca de lo que me arrobe el pensamiento o sobre lo que al menos me saque unas cuantas letras, llevaré mis ideas y razonamientos de lo privado a las letras de todos aunque lo expresado sea o no del gusto del que me lea. Siempre estaré abierto a recibir observaciones y dispuesto a hacer aclaraciones. Léanme pues, los exhorto. Hermes |